6 may 2014

Ahora que.



Ahora que un para siempre no es más que un hasta mañana disfrazado de ojalá, que lo más seguro es que quién sabe, y que la única certeza conocida no es más que un puede ser. Ahora que el quizás, ya no expresa deseo sino posibilidad, y que un hasta luego no es más que un hasta siempre cargado de nostalgia.

Ahora que el tiempo no gira al son del segundero del reloj, y que las palabras ya no tienen doble dirección. Que los hasta nunca no duran más que hasta mañana, y que el adiós esconde un hasta luego, siempre y cuando el tiempo me permita respirar.

Ahora que vuelvo antes de irme, a ese lugar en el que nunca estuve, y que el silencio puede escucharse si dejas de hablar. Ahora que no sueño imposibles y colecciono tíckets de metro. Que compro billetes de avión. Que olvido el pasado reciente y cruzo océanos de agua y sal.

Ahora que los primeros aspiran a ser segundos para poder transcurrir sin miedo por el mecanismo que hace girar las agujas de la eternidad. Ahora que hasta las dudas dudan de sí mismas, y que hasta la mentira rinde homenajes a regañadientes a la realidad.

Ahora, que no digo nada ya. Pero no puedo dejar de hablar.

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