Madurar es tener la precaución de
no aprender de memoria el teléfono de la chica que te gusta por si decide
emprender la huida dejándote atrás. Es no andar descalzo por casa en invierno,
por si te pones malo. Ponerte la bufanda por si acaso. No tomarte la última
copa en el bar de siempre porque trabajas al día siguiente. Apuntarte al
gimnasio para no ir. Poner el teléfono en vibración. Volverte precavido.
Crecer es renunciar a la
imaginación y a la locura transitoria de los viernes por la noche, descubrir
que el camino más corto para llegar hasta alguien, la mayoría de las veces no
es el odio, sino la indiferencia. Intentar sacar el lado bueno de las cosas.
Volverte un poco más refunfuñón. Aprender a disimular, y a poner buena cara
aunque te estés quemando por dentro. Es empezar a pensar que igual es el
momento de seguir. O igual no.
Aprender es no hablar nunca de
más, porque todo lo que digas puede ser usado en tu contra. Es mirar las cosas
con un poco más de perspectiva, y que las que otrora no te convencían, ahora te
convenzan. Es escoger un sueño que parezca inalcanzable para desgranarlo poco a
poco, para tejer una escalera de ilusión y llegar poco a poco hasta él. Es ser
un poco más consciente de que no siempre se puede ganar; o mejor dicho, es ser
capaz de aceptarlo.
Vivir, sin embargo, es conocer todo lo anterior, y aun así
seguir equivocándote cuando decides. Es poner la mano en el fuego aun sabiendo
que te vas a quemar, porque te apetece. Renunciar a tomar decisiones de forma
exclusivamente racional. Es sentirte absolutamente libre de hacer y deshacer a
tu antojo. Estrellarte contra un muro, levantarte, y buscar el muro para
volverte a estrellar. Porque merece la pena.
Y recordar. Recordar es estar aquí esta noche haciendo
balance improvisado del último año. Saber exactamente dónde estabas hace
trescientos sesenta y cinco días a estas horas, y venir aquí a no contarlo. Es
tener certeza de que por poco que tarde aquella sensación en volver, la espera se
me va a hacer muy larga.
(sin palabras)
ResponderEliminarGracias M. A partir de entonces, jamás me aprendí un número más.
Eliminar