8 mar 2015

Mi yo más enrevesado.



A veces escucho en algún sitio aquello de “cualquier tiempo pasado fue mejor”, y la verdad es que en mi caso, creo que no es así.  No reniego en absoluto de aquel yo con el que otrora compartí cuerpo, pero es cierto que ese yo no se acerca ni de lejos al yo que poco a poco proyecto mentalmente de mí mismo en el futuro –que se parece más a mi este yo de ahora-. Un concepto tan simple como el de evolución, que aplicado a mi yo aquel, ha dado con este yo actual –mi favorito hasta ahora, por cierto-.

Un mismo cuerpo que no siempre fue igual, y una misma forma de ver las cosas que afortunadamente fue cambiando con el tiempo. Y siempre a mejor. Un nuevo yo, más parecido al de ahora, que no se reconoce en su yo aquel, aquel que también creyó ser mejor que su yo anterior. Este yo –el de ahora- es un poco más consciente de sus propios errores (no tanto de sus aciertos), y un poco más tranquilo que ese otro yo que tiempo ha movía mis mismas piernas. Sin duda menos miedoso, y bastante más decidido. Más valiente y menos ingenuo. Más yo de ahora, éste.

Este yo, que es tan mí, y que escribe sobre sí mismo en tercera persona, pero que es mucho menos egocéntrico que aquel otro yo que fue. Este yo, que se sienta de vez en cuando a hacer introspección y valorar el cambio que ha sufrido. Que cree firmemente que su mejor yo está por llegar aún, y que siendo este yo, aún no es demasiado aquel yo que será. El yo futuro que quiere ser, y que cada día tengo más claro será. Ese yo tan mío, que antes o después, ya en primera persona, acabaré siendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario