Ayúdame a subirnos por las ramas,
empújame a trepar por los tejados.
Enséñame a sonreír a los malvados,
y a pintarte la razón en pentagramas.
Resucítame otro viernes en Venecia,
y prométeme que guardarás otro secreto.
Desvélame el papel que no interpreto,
disfrazados de valiente peripecia.
Permíteme robarte medio beso,
regálame de lado tu sonrisa,
espérame vestida a mi regreso.
Absuélveme si caigo en la monotonía,
respáldame si incurro en el fracaso,
y no pierdas jamás la valentía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario