14 mar 2021

Cosas que no.

El sexo sin un proceso previo de seducción. Las faltas de estilo. Los olores estridentes. La gente que se queja de todo por sistema. Las relaciones forzadas. Los pantalones blancos. El fuera de juego. Las polillas. Los zapatos de punta. Dejar las luces encendidas. Los que se escaquean de sus obligaciones. Las canastas a tablero. Los tristes. Dormir con calor. La ausencia de clase. El invierno. La miserabilidad. Los envidiosos. Caminar descalzo por casa. Las corbatas finitas. La Nordic Mist. Encontrarme un párrafo excesivamente largo en un libro. Dar con una rodaja de limón en el gintónic. Los trajes demasiado grandes. Los hombres que se tiñen el pelo. La gente que no sabe envejecer. Los cretinos. Las alturas. La faja de los libros. Los que se creen muy importantes. El transcurso del tiempo. Las disculpas insinceras. Aquellos que lo politizan todo siempre. Hacer la cama. Dormir en una cama deshecha. El olor a tabaco. Los que no tienen sentido de la estética. Las camisas moradas. Los que siempre se la cogen con papel de fumar. La gente que lleva un carro lleno y no te deja pasar en la cola del supermercado aunque vea que sólo tienes dos cosas. El lenguaje inclusivo. Los cotillas. La falta de rigor. Los pendientes de aro grandes. Los trajes con brillo. La gente que no come de todo. El pelo sucio. Los que dan su opinión sin que se la pidan. Aquellos que buscan el aplauso constante de los demás. El postureo intelectual. Los que no saben la diferencia entre ay, ahí y hay. Las presentaciones muy largas. Los profesores que se limitan a leer powerpoints en sus clases. La titulitis. La falta de empatía. La gente que apaga las colillas en el suelo. El café malo. Los traidores. La palabra problematizar. Lavar el coche. Los attention seekers. Las reuniones de trabajo los viernes por la tarde. La impaciencia. La gente moñas. Las personas desagradecidas. Las uñas exageradamente largas. Los meapilas. Los que se creen en posesión de la verdad. Los resignados. La gente que se refiere a sus mascotas como si fueran sus hijos. Las piscinas vacías. Los que dan la mano blanda. Llevar sucios los cristales de las gafas. Las fotos pixeladas. La moqueta. La falta de educación. Las copas muy cargadas. Los sitios pretenciosos. El exceso de ruido. La gente que no tiene dignidad. Los que juzgan sin saber. Que suene el despertador y que lo haga siempre en el mejor momento del sueño.

3 comentarios: